En todo el mundo, existen diferencias culturales inherentes a cada tribu, familia, región, sea cual sea su clima, latitud o idioma.
Me encontré con la acogida, la alegría, la hospitalidad, la amabilidad, el entusiasmo, la fe, el deseo de dar sin recibir, la alegría de sonreír y tocarnos.
Como un buhonero de mis cuentos, saqué mis pinceles, mis colores y mis cuadernos y ahí, milagro, la magia de las flores embalsamaba una inmensa felicidad.
Todos se reconocerán en estos maravillosos momentos en los que el libro habla y nuestra alma responde.
Me gustaría agradecer a todas estas hermosas personas por abrir la puerta a sus conocimientos.